La Torre de San Vicente, construida en el siglo XVI en el paseo marítimo Bernat Artola, formaba parte de las torres vigías que protegían la costa de Castellón frente a los ataques corsarios. Su ubicación en la Olla de Benicàssim la convirtió en un punto estratégico para resguardar embarcaciones y controlar el litoral.

Hoy alberga el Centre d’Interpretació Torre de Sant Vicent, un espacio interactivo que explica la historia de las torres y la piratería en la región, con audioguías, realidad virtual, paneles informativos y, en la terraza, una réplica de un cañón del siglo XVIII junto a vistas espectaculares de la costa.

En el exterior, la torre está rodeada por un cuidado jardín junto al mar, que cuenta con una amplia zona de ocio perfecta para pasear, relajarse y disfrutar de las vistas del litoral.